El Atlético de Madrid apuntaló su casa ante los fuertes vientos que se aproximan en las próximas jornadas. Por lo que pueda suceder ante Sevilla, Real Madrid y Barcelona, el equipo rojiblanco sigue sumando de tres en tres para mantenerse a rebufo del Barcelona. Además el triunfo ante el Granada aporta una dosis extra de motivación ya que se asegura llegaral derbi ante el Real Madrid por delante en la tabla. No fue un encuentro vistoso el de Los Cármenes. De hecho el Granada fue un incordio durante gran parte del partido, pero la pizarra del Cholo volvió a funcionar. Sacó de la soledad a Falcao con la entrada de Diego Costa tras el descanso y entonces el Atlético cambió la cara hasta encontrar el gol de Arda Turan. Incluso salió airoso de la expulsión de Mario Suárez a falta de veinte minutos y selló su décima victoria, firmando el mejor arranque en las primeras doce jornadas de Liga.Atrás quedaron las turbulencias rojiblancas sufridas enValencia y Coimbra. El Atlético de Madrid ha enderezado el rumbo y ha cogido la altura necesaria y sin cambiar las piezas de su fuselaje. Porque el Cholo no varió un ápice cuando las cosas iban bien y tampoco lo hizo tras esos amagos de zarandeos. Esta noche en Los Cármenes repitió el once inicial que todos los rojiblancos tararean como si fuese una canción de verano. Con Falcao de líder, e incluso arropado por la parroquia granadina por el gol de la salvación el año pasado ante el Villarreal, el Atlético sufrió a la hora de tomar sitio en tierras andaluzas debido a la presión agobiante de su rival. Más férrea cuando el arquitecto Arda Turan intervenía en el juego, hasta tres futbolistas del Granada se abalanzaban como lobos. Sujeción primero y creación después. Y Mikel Rico ejecutó esa tarea a la perfección dando sentido a la salida del balón y apoyándose más a menudo en Dani Benítez, una bocanada de aire fresco en el ataque andaluz.Y la ilusión de los rojiblancos contrasta con la angustia de los granadinos, que continúan con el agua al cuello y no por falta de fútbol. Porque el equipo de Anquela tiene armas suficientes para salir del pozo. Mikel Rico e Iriney dan sostenibilidad, Dani Benítez verticalidad, pero falta gol. Y eso que El Arabi fue de los más activos esta noche. Además los números atormentan más al equipo nazarí: tercera derrota consecutiva en casa. El año que esto ocurrió (1960) el Granada descendió
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