Dirigentes de Athletic de Bilbao y Barcelona pidieron a la Federación Española que la final de la Copa del Rey que ambos equipos disputarán el próximo 25 de mayo (el 20 si el Barcelona no llega a la final de Champions League) se celebre en el estadio Santiago Bernabéu. En la reunión estuvieron el presidente rojiblanco, Josu Urrutia; Antoni Rosich, director general del Barça, y Toni Freixa, secretario y portavoz de la junta. Los tres mantuvieron una postura unánime y no ofrecieron ninguna alternativa. Sin embargo, fue una petición en balde: el Madrid ya ha tomado la decisión de no prestar su estadio para el choque. Los finalistas le han dado un plazo de diez días a la Federación para que fuerce al club blanco a aceptar la propuesta, interesante desde el punto de vista económico, pero no desde el punto de vista social. De hecho, la afición blanca se pronunció en contra de esta posibilidad durante el partido de Liga frente al Levante. Athletic y Barça creen que el estadio Santiago Bernabéu, con un aforo 85.500 espectadores, es el escenario ideal por su capacidad, por las comunicaciones y por su oferta hotelera, pero el Madrid cederá en ningún caso el estadio. Alega que emprenderá obras de reforma nada más acabar la Liga y que si la final es el día 20 podría coincidir con una hipotética celebración de la décima Copa de Europa, cuya final se jugaría un día antes.
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