Cuando Messi salta a un terreno de juego las únicas sorpresas que se pueden ver son las que brinda el argentino con su juego. Pocos esperaban una remontada del Leverkusen, pero con La Pulga sobre el césped los alemanes se olvidaron de cualquier opción y terminaron cayendo por 7-1. Pese a su juventud, el internacional con la Albiceleste ha maravillado allá por donde ha ido, pero sigue demostrando que su techo está en el cielo futbolístico. En esta ocasión lo demostró al sacarse una definición, para empezar, ante el meta rival al alcance de unos pocos elegidos. Aprovechó un pase en profundidad de Xavi y picó el esférico ante la salida de Leno, que se quedó pretrificado ante el azulgrana. Por si esto no hubiese sido suficiente, el goleador culé lo repitió en su cuarta jugada de peligro. Cuando los aficionados terminaban el tradicional bocadillo del descanso Messi repitió su primera acción para superar a Leno en el mano a mano. Cesc fue el que buscó a su compañero de generación desde la medular y el argentino puso en pie al Camp Nou como el que pide un café.
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