Se avecina un Barça renovado, igual pero a la vez distinto. Pep Guardiola dejará al equipo con un prestigio universal que va mucho más lejos que sus 13 títulos y está a punto de tomar el relevo su íntimo colaborador Tito Vilanova. Este año no caerá ni la Liga ni la Champions League, pero este equipo seduce como ningún otro en el mundo. Y ese poder de atracción afecta también a profesionales de primer nivel, como Fernando Torres o Robin van Persie. Cualquiera de ellos estaría encantado de vestir de azulgrana en el proyecto futbolístico con más gancho del mundo. Y el Barça lo sabe. El capitán del Arsenal, máximo goleador de la Premier League, lleva meses y meses sin renovar un contrato al que le resta apenas un año de vigencia. Eso le convierte en una oportunidad de mercado. Amigo de Cesc Fàbregas, le haría feliz volver a jugar con él y que el Barça moviera ficha. El delantero del Chelsea, verdugo del Barça en Champions, también tiene amigos en el Camp Nou. Y la forma en que habló del Barça segundos después de eliminarlo confirma a qué nivel está su grado de admiración culé.
No hay comentarios :
Publicar un comentario