Suecia 2-3 Inglaterra
El fútbol no conoce edades. Inglaterra, amante de la tradición y de las jerarquías, se agarró a un chico nacido en 1990, Danny Welbeck, y a otros dos futbolistas de la generación de 1989, Andy Carroll y Theo Walcott, para apagar el incendio que le había formado un corajudo sueco de casi 35 años, Olof Mellberg, que poco tiene que ver con la apacible apariencia del país nórdico. Con barbas de náufrago, incombustible, Mellberg, que ha jugado cuatro Eurocopas y es historia viva de otra generación histórica de Suecia que encabezó Larsson, puso en un serio apuro a Inglaterra cuando colocó el 1-2 al cuarto de hora de la segunda parte. Pero tres jóvenes son demasiado. Incluso para el heroico Mellberg. La nueva generación inglesa, un recurso de Hodgson ante las ausencias de vacas sagradas por lesión y de Rooney por sanción, provocó la euforia en los pross. Inglaterra, con un entrenador (Hodgson) considerado de entreguerras al que se daba como cadáver, expulsó a Suecia de la Eurocopa y se bastará con un empate ante el anfitrión, Ucrania, para alcanzar los cuartos. La Inglaterra que menos fe ha despertado en las últimas grandes citas es la de más corazón. Y sus jóvenes, Carroll, Welbeck o Walcott, buenos jugadores pero no considerados salvadores de la patria, se ganaron ayer un buen voto de confianza de su país, exigente como inventor del juego que es. Rooney, que lo vivió como un hincha más embutido en una sudadera de la FA, vuelve en la tercera jornada, pero la competencia que tiene es de aúpa.
viernes, 15 de junio de 2012
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