Marcelo Bielsa continuará, de momento, como entrenador del Athletic, pese a que su enfrentamiento por las obras en Lezama estuvo a punto de provocar la ruptura definitiva. El técnico estuvo reunido varias horas con la junta, que celebró una sesión de urgencia. Allí llegó decidido a marcharse, pero finalmente no dio el paso. Tampoco le pidió el Athletic que lo hiciera, pese a la durísima nota que emitió contra el argentino horas antes. Bielsa tiene previsto dirigir hoy al equipo y ofrecer otra rueda de prensa. La bronca creció mucho desde primera hora de la mañana. Si el jueves fue el técnico quien se autoinculpó de la agresión a un trabajador por "defender al Athletico de un atropello, un engaño y una estafa", el viernes fue el club quien replicó y censuró las palabras del argentino. En un comunicado de tres puntos, el Athletic pidió disculpas a la empresa que realiza las obras y se manifestó en desacuerdo con las declaraciones de su entrenador. El conflicto se agravó cuando la Junta decidió reunirse de urgencia para tratar la crisis. El propio Bielsa estuvo en la reunión y abandonó el Palacio de Ibaigane, sede del encuentro, sin hacer declaraciones y acompañado de uno de sus ayudantes, Diego Reyes. En Argentina se daba entonces por seguro que el técnico tenía tomada su decisión de marcharse.
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