El Real Madrid aprobó con nota el primer examen de la pretemporada del tercer proyecto de Mourinho al frente del equipo blanco. La ausencia de los internacionales, algunos en periodos vacacionales y Marcelo en los Juegos, la baja de Kaká por decisión técnica, la de Sahin por gastroenteritis y la de Benzema, recién incorporado a los entrenamientos, hizo que el técnico portugués presentara un once plagado de canteranos en el Nuevo Carlos Tartiere, reservando a jugadores como Higuaín o Di María para la segunda mitad. Por aquel entonces, los más jóvenes ya se habían encargado de sentenciar el choque con los goles anotados por Lucas, Denis y Granero y un buen juego que fue de menos a más a medida que pasaron los minutos. Los segundos cuarenta y cinco minutos sirvieron para ampliar la ventaja con dos goles de Di María y dar minutos al mayor número de jugadores posibles. El Oviedo comenzó mejor, pero acusó en exceso el primer gol. Los de Sarriugarte no perdieron la cara al partido en ningún momento y fueron un notable rival.Tras unos primeros minutos en los que el Oviedo fue todo ímpetu sobre el terreno de juego y en el que se hizo dueño y señor de la posesión del balón, Lucas se marcó una veloz galopada que le sirvió para ganarle la espalda a Owona, cruzar el balón al palo izquierdo de Dani Barrio ante la salida del meta local y poner por delante a los suyos cuando estaba a punto de cumplirse los primeros diez minutos de partido. El tanto sirvió para desperezar al equipo de Mourinho que, con la ventaja en el marcador, comenzó a poner en serios apuros a un rival que tuvo en su guardameta a su mejor hombre en el tramo inicial. Un disparo ajustado de Morata al cuarto de hora y un remate del delantero madrileño, acto seguido, tras un centro de Álex sirvieron a Dani Barrio para poner en pie a la parroquia local con intervenciones de verdadero mérito.
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