Un gol de falta de Neymar sirvió para clasificar a Brasil para los cuartos de final, aunque todavía no de forma matemática como líder del grupo. Un empate ante Nueva Zelanda en la última jornada, e incluso una derrota, le podrían valer. No fue un partido brillante ante Bielorrusia y el inicio no pudo ser más sorprendente. Kornilenko, uno de los mayores de Sub-23, entró a sus anchas en el área pequeña y remató cruzado un centro desde la banda. Brasil mostraba de nuevo su cara más indolente atrás, la misma que tuvo en la segunda parte del encuentro inaugural frente a Egipto. Tampoco es que el gol cambiara mucho la intensidad de los de Mano Menezes, a los que favoreció el empate tan tempranero.Neymar, prácticamente en su única acción de peligro del primer tiempo, puso un buen centro desde la izquierda que Pato aprovechó con su olfato habitual. Ni siquiera ese amago de reacción se transformó en algo más constante y continuado. Brasil jugó andando, andando de manera escandalosa, y le bastó para ir metiendo atrás a una selección bielorrusa que tampoco concedió muchas ocasiones. Es más, un tiro lejano de Hulk fue el simple bagaje brasileño antes del descanso. Poco, muy poco.Por eso todo lo que se vio luego pareció deslumbrante. A poco que Neymar se asoció conOscar apareció el gran poderío ofensivo de este equipo. Marcelo lo intentó primero desde lejos, Oscar le secundó después. Y tuvo que ser Neymar, de falta dudosa que él mismo provocó, quien diera la vuelta a la situación con un gran gol. Con el viento a favor, los brasileños se volvieron a sentir cómodos. Bielorrusia fue entregándose poco a poco, aunque aún tuvo tiempo de poner en aprietos a Neto con un centro envenenado deBressan y un tiro mordido de Dragun. Brasil ya estaba en los cuartos y lo refrendó con una jugada de antología de Neymar culminada con un pase de tacón y una buena finalización de Oscar. Los dos mejores de Brasil. Dos estrellas para el torneo olímpico.
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