El Barcelona defenderá un gol en la vuelta de la Supercopa de España ante el Real Madrid. El primer clásicode la temporada fue una montaña rusa que, al final, pudo dejar contentos a todos, o a todos enfadados. Se adelantó el Madrid, remontó el Barça y rozó la sentencia, pero un grave error de Valdés permitió a su rival dejar la vuelta abierta. Los dos equipos tuvieron momentos buenos, malos y pellizcos de fortuna para superar situaciones delicadas en un duelo que comenzó con aroma a verano pero que acabó anticipando otra temporada de intensa batalla. La primera, el miércoles próximo en Chamartín.El Madrid compendió todos sus últimos clásicos en el primero del curso: fue timorato del primer tiempo, valiente en el segundo y tierno, tiernísimo, en la gestión de una situación soñada, la que propició el 0-1 de Cristiano. El Barça también ofreció distintas facetas: fue mandón de salida, volvió a sufrir en la defensa de los balones aéreos, supo engancharse al partido cuando peor lo estaba pasando y acabó bailando al son de Messi, Xavi e Iniesta, los tres emblemas del periodo más brillante de su historia.En el primer tiempo, se repitió el guión de los últimos partidos de ida entre Barça y Madrid: hubo un equipo fiel a su estilo y otro que no. El Madrid pronto se aculó atrás, y a 23 de agosto no hay frescura de piernas para las contras. Tampoco anduvo sobrado de gasolina el Barcelona. En otro estadio de la temporada, hubiera aplastado a un rival que le entregó el campo y el balón.Empezó el Madrid defendiendo en campo rival, pero a los 15 minutos ya estaba arrinconado en el propio, del que apenas saldría en el primer acto. El Barça volvió a disfrutar de un escenario conocido ante el eterno rival: mucha pelota, aunque escasas opciones. De hecho, Casillas sólo tuvo que tocar un balón, un disparo centrado de Pedro, antes del descanso.
No fue el Barça florido en ataque de anteriores clásicos. Messi dispuso de dos balas con las que no suele perdonar, pero le faltó precisión. Tampoco se vio mucho a Cristiano Ronaldo, limitado a lanzador de contras desde el costado izquierdo. No intentó mucho el uno contra uno y apenas fue capaz de encontrar a Benzema, condenado, como Özil, a una labor de zapa que atenta contra sus mejores virtudes.El segundo tiempo arrancó con ritmo de amistoso, del que empezó a sacarlo Alexis con su segundo desmayo de la noche. Para entonces, ya se había visto que el Madrid había decidido adelantar líneas y que ese perfil agresivo volvía a asustar al Barça, que claudicó de nuevo a balón parado, en un córner que remató impecable Cristiano. El Madrid se vio con un botín que no esperaba, y que quizá por eso no supo conservar. En la jugada siguiente, Pedro, en posición muy dudosa, hacía el tanto del empate. La pelea se equilibró hasta que Ramos, de forma flagrante, derribó a Iniesta, permitiendo la aparición en escena de un Messi casi inédito.El 2-1 desubicó al Madrid, que se vio traicionado por su plan más ambicioso. Aparecieron los espacios y en ellos volvió a brillar Iniesta, que habilitó a Xavi para el 3-1. La cuestión parecía definida y hasta pudo llegar el cuarto, pero Casillas sacó una mano increíble ante el '10' culé. De portería a portería, para dar un cierre simétrico al partido, en la acción inmediatamente posterior Valdés pifió un control con el pie y Di María no perdonó el regalo. La pillería del Fideo deja viva una Supercopa que, en sólo 90 minutos, ofreció casi todos los escenarios imaginables. Porque será agosto y los jugadores andarán tiesos, pero parecen decididos a que cada partido de esta época de inflación de clásicos tenga una buena historia que recordar.
No hay comentarios :
Publicar un comentario