Bien, adaptándome a muchas cosas nuevas. Hace apenas una semana que aterricé y ya estoy metido en la dinámica de grupo, jugando partidos, acatando órdenes. Me siento bien, tranquilo y con ganas de poder conquistar el próximo sábado, ante el Dortmund, el primer título con esta camiseta.
¿Qué le pareció medirse al Barça?
Algo muy raro, la verdad. Fue extraño tener delante a buenísimos amigos con los que compartí muchas cosas, pero esto es fútbol, somos profesionales y estamos todos donde estamos. Al final nos saludamos y abrazamos con una buena sonrisa, que es lo que cuenta.
¿Pudo hablar con Vilanova?
No, pero quiero mandarle todo mi apoyo y sólo le puedo desear que se ponga muy bien pronto.
¿Nota que ha le ha cambiado mucho la vida?
No, para nada. Sigo siendo el mismo. Necesitaba este cambio y fue una decisión mía y personal. Todos tenemos que jugar muchos minutos y queremos llegar a tope al inicio del campeonato.
¿Cree que se puede sentir más realizado?
No soy más feliz ahora que antes: siempre lo he sido. Estamos preparados para vivir con los elogios que nos dedica la gente y para superar las críticas que nos vierten cuando las cosas se tuercen.
El Barça ya tiene nuevo entrenador. ¿Cree que si se hubiese sabido antes algo habría cambiado?
Felicito al Tata Martino por haber sido el elegido, pero no, por el cambio me arrepiento.
El sábado tiene la oportunidad de conquistar la Supercopa.
El Dortmund juega muy bien al fútbol. Lleva unos años muy buenos y lo demostraron en la final de la Champions League de la pasada temporada contra el Bayern. Será muy complicado, aunque estamos preparados para poder ganarla.
¿Cómo se siente jugar contra gente con la que ha jugado toda la vida?
Es raro, pero es el rol que toca ahora.
¿Jugó al máximo el Bayern?
Sí, siempre queremos ganar por el mayor número de goles posible.
¿Ha tenido paciencia?
Desde mucho antes del Europeo tuve paciencia y esperé un contacto con el Barça para hablar de la situación. Ya sabían mis intenciones de irme.
¿El Barça no hizo por retenerle?
Cada uno mira por sí mismo. Quería sentirme valorado y competitivo y decidí salir y venir al Bayern. El club no puso de su parte nada para que me quedara. Esperé y esperé, pero llega un punto en que quieres decidir. Y lo hice.
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