Desde el inicio el City se encontró a un Sunderland muy organizado en la defensa y con argumentos para incomodar a la débil defensa citizen. Con el City sin ideas en el medio del campo, Nasri tuvo que ayudar a la elaboración del juego y prodigarse menos en los metros finales, donde él hace daño. El City se volcó en el área del Sunderland y los de Poyet lo intentaban a la contra.Pelegrini introdujo algunos cambios en su once. Primero dejó claro que la decisión de Pantimilion no va a ser pasajera. El gigantón rumano fue otra vez titular. En el medio del campo la lesión de Silva obligó al ingeniero a sacar de titular a Milner.
El gol llegó se inició en las botas de West Brown, ese veterano de guerra que hace años pisaba el césped del 'teatro de los sueños'. Brown puso el balón a la espalda de Richards donde apareció como un rayo Bardsley. Richards se tropezó y Demichelis no llegó. El uno por el otro y la casa sin barrer. Bardsley marcó y llevó la alegría a las gradas.
La primera parte acabó con el City encerrando al Sunderland en su área, aunque teniendo como único recurso el centro al área. Todos buscan a Negredo y él lo agradece. Le buscan por alto y le buscan por bajo y el de Vallecas siempre responde bien.
Tras el descanso Pelegrini decidió sacar a su revulsivo, a su jugador número doce y que todavía no se sabe porqué no entra entre los once primeros. Navas saltó al campo y Javi García se quedó en la ducha. Tenía amarilla, aunque en la primera parte fue víctima de una de las entradas más duras del fin de semana. Larsson puso sus tacos en la tibia del mediocentro español, este se retorció en el campo, pero el árbitro ni se llevó la mano al bolsillo.
La entrada de Navas dio un soplo de aire fresco al ataque de Pelegrini. Se pegó a la linea de banda y desde hay puso balones al área. También fue él el que tuvo en sus pies la ocasión más clara del partido. Aguero inició la carrera, pisó área y la puso al punto de penalti. Allí estaba el de Los Palacios, pero el balón hoy no quería entrar.
El Sunderland no se desarmó en ningún momento. Mantuvo las líneas juntas y no dejó espacios a los delanteros. Sólo cometió un error, también lógico por la situación. Se echó atrás y se olvidó del balón. Las ocasiones del City venían desde el balcón del área. Aguero lo probó, Richards también y Kolarov se unió al vendabal de disparos.
El ingeniero buscó soluciones. Entró Dzeko y Zabaleta, salieron Negredo y Richards. El primer balón que tocó Dzeko fue violento disparo que Mannone rechazó. Los metros del campo se redujeron al área del Sunderland y el asedio continuó. Poyet desde la banda mandaba a su equipo dar un paso hacia adelante, pero el City les volvía a llevar a su área. Los citizens acabaron metiendo balones al área desde cualquier zona del campo. Ninguno tuvo recompensa y esto llevó a la crispación a los jugadores del City. Algunas feas acciones de Nasri y Aguero tuvieron que ser castigadas, pero el árbitro hizo la vista gorda, muy gorda.
El City no pudo con el muro de rayas blancas y rojas y se va del norte de Londres con cero puntos y séptimo clasificado, a seis puntos del Arsenal. El City alarga su mala versión en la Premier, sobre todo fuera del Etihad. Ya son tres partidos que pierde a domicilio: Cardiff City (3-2), Aston Villa (3-2) y Chelsea (2-1). Todavía le queda mucho por mejorar a Pelegrini en su equipo: hacer más sólida a su defensa y mostrar su mejor versión más a menudo.
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