David Silva dirigió la victoria del Manchester City en el Allianz Arena, donde doblegó al todo poderosoBayern Múnich, que no pudo aguantar una ventaja de dos goles que se convirtió en una derrota al ritmo del internacional español.
La reaparición de Silva fue básica en el cuadro de Manuel Pellegrini, que pudo recuperar a una de sus figuras tras seis partidos ausente por lesión. El ex del Valencia reapareció con fuerza, para dar ritmo, profundidad e ideas a su equipo. Además, aportó un gol, en la primera parte, para reducir distancias respecto al equipo germano.
Antes, el guión del choque era apetecible. Los dos grandes del grupo D se veían las caras con una misión imposible para el Manchester City. Si quería ser líder, tenía que ganar por una diferencia de tres goles a uno de los grandes favoritos de la competición.
Si ganar al Bayern de Múnich en el Allianz Arena es casi una misión imposible, hacerlo por esa diferencia es ya un milagro. Y si desde el inicio del duelo el rodillo alemán te arrincona en tu área, la historia se convierte en una conjunción planetaria.
De todas maneras, el duelo, uno de los más atractivos de toda la fase de grupos, tuvo muy buenos momentos para ambos bloques. La primera media hora fue claramente para el bloque de Pep Guardiola, que, con Thiago Alcantara al mando, y con Franck Ribery intentando demostrar que tiene que ser el Balón de Oro, dejó al cuadro inglés sin argumentos.
Esa intensidad inicial produjo un buen botín a los germanos, que pronto se adelantaron en el marcador por medio de Thomas Müller. En el minuto cinco, aprovechó un excelente pase de Dante desde la defensa para batir al guardameta Joe Hart, que poco después tuvo que volver a recoger una pelota de la red tras el segundo tanto de Mario Götze.
Con 2-0 a favor, el Bayern Múnich mantuvo su dominio hasta casi el minuto treinta. Hasta ese momento, fue el dueño del choque, pero la aparición de Jesús Navas, David Silva, Fernandinho y Milner, dieron aire a los ingleses.
Sobre todo de Silva, que se echó al equipo a la espalda para iniciar un cambio de tendencia en el duelo. Suyo fue el primer tanto del City, que acortó distancias a quince minutos para el descanso.
El ritmo del Bayern no fue el mismo en la reanudación. El City continuó con su inercia ganadora y pronto empató gracias a un penalti que transformó el serbio Alexandar Kolarov. La fiesta no terminó ahí y la remontada la culminó James Milner, con un buen disparo cruzado tras un pase de Jesús Navas que no pudo alcanzar Manuel Neuer. El daño estaba hecho.
El invencible Bayern, que lo había ganado casi todo excepto dos empates en la Bundesliga y una derrota en la Supercopa de Alemania ante el Borussia Dortmund, caía ante su público. Algo muy raro para un equipo destinado a ser una apisonadora en la Bundesliga y en Europa.
La noticia saltaba en el Allianz Arena, que no pudo ver el empate de su equipo. El Bayern lo intentó, pero no fue capaz de doblegar la resistencia de sus rivales, que incluso pudieron aumentar su ventaja si Álvaro Negredo hubiese acertado con un mano a mano frente a Neuer. El City se llevó una victoria sonora, pero el liderato lo consiguió el Bayern de Munich, que se llevó un correctivo inesperado.
martes, 10 de diciembre de 2013
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