Los motivos de la dimisión de Sandro Rosell como presidente del FC Barcelona no son uno sino varios. El caso de Neymar ha sido el detonante pero no el único. Hace semanas que familiares y amigos íntimos de Rosell trataban de convencerle de que lo mejor para él era abandonar el cargo por el desgaste personal que el desempeño de éste le está suponiendo. Han trascendido ya algunas amenazas a familiares e incidentes relacionados con la seguridad de su entorno. Hay que recordar que en su día Rosell y su familia ya fueron espiados. La reacción provocada después de la admisión a trámite de la querella contra su persona impulsada por el socio Jordi Cases por entender apropiación indebida por "distracción" en el fichaje deNeymar ha acabado de desanimar al presidente.
Rosell considera injusto que su esfuerzo por traer a Neymar al Barça no sólo no haya sido valorado sino que haya servido para ponerle bajo sospecha, en manos de la justicia y a punto de ser imputado, cuando sigue considerando que la operación fue "impecable". Tampoco entiende que su mandato, que ha servido para recortar la deuda espectacularmente y para mantener al primer equipo y a las secciones en todo lo alto competitivamente no se tenga en cuenta. La dimisión de Rosell no es un calentón, ha llegado fruto de una reflexión que, eso sí, ha precipitado el caso Neymar, el jugador que, a priori, debía pasar como uno de los legados más potentes de su mandato, sobre todo tras arrebatárselo al Madrid de Florentino Pérez. Rosell deja el club convencido de que obró bien pero 'tocado' por la falta de complicidad de un entorno que, según su parecer, ha ido a por él desde el primer momento.
jueves, 23 de enero de 2014
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