El Real Madrid dio el primer paso para estar en las semifinales de la Champions League. Se deshizo sin excesivos problemas de un Borussia Dortmund muy mermado y que inquietó de verdad al equipo blanco cuando el partido estaba 3-0. Demasiado tarde para remontadas, pero no para buscar un gol que le diese aire de cara al partido de vuelta, la semana que viene en Dortmund. Un choque en el que los alemanes recuperarán a Lewandowski, la bestia negra de los blancos el año pasado y que, visto lo visto en el Bernabéu, es pieza básica tal y como está el equipo germano. El Madrid supo aprovechar las ausencias del Dortmund para dejar encarrilada la eliminatoria de cuartos de final. Muy mal lo tiene que hacer la semana que viene para no estar en las semifinales de la Champions League. El Real Madrid fue el dominador de un partido marcado por el temprano gol de Bale en el minuto tres. Una combinación entre Cavajal, Benzema y el galés que acabó con el 1-0. El equipo blanco ya había encarrilado un partido del que era amo y señor. Con Isco cumpliendo su papel se sustituto de Di María, baja de última hora, con Benzema mostrando su mejor versión y con Bale y Cristiano creando mucho peligro por bandas. Aunque la clave del dominio absoluto de los blancos fue un omnipresente Xabi Alonso que junto con Modric llevaban el peso del Madrid que sabía que no podía perder el balón en la medular y así atajaba las contras alemanas.
El partido era perfecto para un Real Madrid al que sólo le faltaba marcar más goles. Ocasiones tenía, pero el 2-0 no llegó hasta el minuto 27 y fue Isco el que lo logró con un disparo colocado. Un gol que, de paso, abortó una tímida reacción del Borussia que volvió a aparecer en la recta final de la primera parte, pero sin crear peligro real para la meta de un Casillas que pasó completamente desapercibido en esos 45 minutos.
Al descanso se llegó con 2-0 y con la sensación de que el Madrid tenía ya definitivamente cerrado el choque. Sin embargo, el Dortmund no estaba por la labor de irse del Bernabéu sin marcar. Así, salió en la segunda parte con mucha más ambición a la hora de buscar el gol. Aunque el que lo tuvo fue Bale, lo cierto es que el Dortmund le había dado la vuelta al partido y las sensaciones eran que el 2-1 podía llegar en cualquier momento. Pero no, lo que pasó es que Cristiano Ronaldo marcó el 3-0 en el minuto 57 al aprovechar un gran pase de Modric.
Ese tanto dejó 'tocado' al Dortmund que pudo encajar más goles, pero lo evitó su portero Weidenfeller. Y cosas del fútbol, cuando parecía que el choque iba a ser un monólogo del Madrid, el Borussia reaccionó para pasar a mandar y acosar la meta de Casillas que sigue tocado por una varita mágica. Cuando no era él el que paraba, era un compañero como Pepe o Coentrao los que evitaban el tanto del equipo alemán. El Madrid, por su parte, lo fiaba todo a las contras de Bale porque Cristiano se retiró en el minuto 80 con pinta de lesionado. El Borussia Dortmund no cejó en su empeño de buscar ese gol salvador, mientras el Madrid, a la contra no conseguía ese tanto que cerrara definitivamente esta eliminatoria de cuartos de final de la Champions League. Al final, ninguno de los dos logró su objetivo y el partido acabó 3-0.
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