El mismo Stuani, que ingresó en el segundo, estuvo a punto de anotar tres minutos antes cuando remató de espaldas al arco y obligó al portero Samir Handanovic a una estirada para enviar e balón al córner.
Un clima de fiesta rodeó el espectáculo que se realizó en el estadio Centenario de Montevideo ante 50.000 personas que apoyaron al equipo, y hasta el presidente del país, José Mujica, ingresó en el campo antes de comenzar el partido para entregar el pabellón nacional que la delegación llevará a Brasil.
Los futbolistas celestes estuvieron lejos de su mejor nivel, aunque la defensa estuvo sólida con el capitán Diego Lugano y Diego Godín como sus baluartes. En el medio nuevamente se destacó el despliegue de Egidio Arévalo Ríos, rompiendo cualquier intento de armado de los visitantes.
En el ataque Diego Forlán y Edinson Cavani mostraron algunas combinaciones propias de su reconocida capacidad, aunque Cavani estuvo bastante estático y cayó varias veces en posición fuera de juego.
Los visitantes manejaron bien el balón y pudieron anotar algún gol, pero en la ocasión más propicia, el delantero Rajko Rotman falló al promediar el primer tiempo, cuando recibió un pase cruzado desde la derecha y remató por encima del horizontal, desde dentro del área menor.
Sobre los 9 minutos el mediocampista Walter Gargano encendió la alarma en Uruguay al quedar tendido tras un fuerte golpe de un rival, pero pudo recuperarse y siguió jugando. Sin embaro, el zaguero José María Giménez, que ingresó en la segunda mitad, abandonó el campo a los 76 minutos por un fuerte golpe y fue sustituido por Sebastián Coates.
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