Frederic Kanouté y Cesc Fábregas, cuyo enfrentamiento en el Barça-Sevilla del sábado concluyó con la expulsión del malí, se intercambiaron reproches durante el día de hoy acabaron firmando las paces, por teléfono y a través de la red social Twitter. "Siento mucho lo ocurrido ayer, no fue ejemplar. No obstante, hubo provocacion e insulto, ya sabéis. No le deis más vueltas. Gracias", escribió Kanouté, quien, sin embargo, no revela si fue víctima de un insulto racista. "Su comportamiento (el de Cesc), como el mío, fue malo. Tema zanjado. Seguimos con el fútbol". Minutos después, y también a través de Twitter, se pronunció el azulgrana: "Quiero desmentir claramente que haya hecho algún tipo de insulto racista hacia algun jugador del Sevilla. Toda la vida he jugado con gente de todo el mundo y de todas las religiones, comparto vestuario con un jugador malí, llevo un tatuaje árabe y mi pareja es libanesa. No hay muestras más evidentes de que no tiene sentido. Ahora, a pensar en el Granada que es lo que toca. Un abrazo".
domingo, 23 de octubre de 2011
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