
No sabemos su nombre. Pero el niño que sale en esta foto se hará tristemente famoso esta Navidad. Mientras los que están de más suerte que él comerán turrones y se harán bonitos regalos, él seguirá jugándose la vida. Porque tener que ir a un vertedero no es lo peor para él. Lo peor es que ese vertedero está situado en Agbogbloshie, cerca de Accra y está considerado altamente peligroso, por los gases tóxicos que allí se concentran. Y ahí está el niño, dispuesto a tirar al suelo el monitor para que se rompa y así poder tener acceso a algunas piezas de metal que se podrá vender posteriormente. Son los residuos electrónicos que en el mundo occidental no queremos y los mandamos a Africa.
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