sábado, 19 de mayo de 2012

Drogbazo y Maracanazo Blue

Bayern Munich 1 - 1 Chelsea (Penales 3-4 gana el Chelsea)
En su casa, el majestuoso Allianz, el Bayern tenía la responsabilidad de tomar el mando. Lo hizo, pero algo agónicamente. Los bávaros llegaron bien a las inmediaciones del área pero ahí sentían un vértigo gigantesco. Ribery, Kroos, Robben..., a todos les entraba una flojera tremenda cada vez que le tocaba disparar. Como en la primera parte, el Bayern acumuló posesión, llegadas y saques de esquina. Les faltaba la fe. A Ribery se le anuló un gol por fuera de juego justísimo. Estaba escrito que el gol sería agónico. Lo hizo Müller, jugador de apellido ilustre reminiscencia de otra vieja gloria, Gerd. Thomas nació en Weilheim, en la misma Baviera (Bayern, la traducción al alemán). Nadie tiene que explicarle qué es el Bayern. Nadie, pues, pudo evitar que se le saltasen las lágrimas cuando marcó el 1-0, en una aparición sorpresa por detrás de Ashley Cole y un cabezazo picado en el que Cech no estuvo rápido. Múnich se sintió de nuevo rey de Europa hasta que apareció Drogba, ese elefante africano que es una leyenda blue. El Bayern sacó 17 saques de esquina en los 90 minutos. El Chelsea sólo uno, el del gol. Pero Drogba, el héroe, la leyenda, se equivocó nada más empezar la prórroga. Como en el Camp Nou cuando cometió penalti sobre Cesc, metió la pata donde nadie le llamaba y derribó a Ribèry. Frente a frente, Cech y Robben, que lanzó al lado natural de los zurdos, allí donde Messi ha fallado unos cuantos esta temporada. Perro viejo, Cech se lo detuvo. Todo eran pistas. La remontada ante el Nápoles, los penaltis fallados por Messi y Robben, la clasificación heroica con diez en el Camp Nou, el empate de la final casi en el descuento. Lo de las semifinales y la final de este curso parecía tratarse casi de un pacto con el diablo. El Bayern, ya sin Ribèry, lesionado en la jugada casi ridícula del penalti, acusó los dos goles. El del gol de Drogba, el del penalti fallado. El rodillo alemán también tenía grietas. Los penaltis eran inevitables y también sus protagonistas. Terry se resbaló en Moscú. Ayer desde la grada vio cómo sus viejos socios en esta empresa que ya parecía imposible, Lampard y Drogba, consiguieron la gesta. A Abramovich, a toda esa generación de enormes futbolistas que encontraron tantos reveses durante tantos años, le esperaba un guiño genial del destino. El Chelsea reina en Europa.

No hay comentarios :

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Compartelo