viernes, 25 de mayo de 2012

El Barca es Campeón de la copa del rey 2012

Más que la Copa número 26 del Fútbol Club Barcelona, fría cifra que quedará en los libros a la misma altura que las 25 anteriores, los primeros 25 minutos de la final de anoche deberían recordarse como un resumen más o menos fiel del legado al fútbol que dejan Guardiola y, por supuesto, los jugadores que ha entrenado. Seguramente, cuando a Tito Vilanova le pregunten cómo imagina a su Barça perfecto contestará que más o menos un poquito peor. Le espera una tarea difícil. Se va Pep con 14 títulos, el número preferido de Cruyff, vaya símbolo, de 19 posibles. Un saco de trofeos en un tiempo mínimo en un club al que ha hecho superar numerosos traumas y ha enseñado a pensar en sí mismo para superarse. Lo hace, además, con un sello fabuloso de fútbol que anoche encontró la ayuda inesperada del Athletic. A la fantástica propuesta de Marcelo Bielsa le ha sobrado un mes. Los resultados han sido tan devastadores en Bucarest y el Calderón, incluso en el final de Liga, que es imposible obviar que los leones llegaron sin reservas. Es cierto que perder dos finales con tanta rotundidad debe ser demoledor para cualquier seguidor del Athletic, pero sería cruel discutir a un técnico que ha puesto en pie nada menos que a San Mamés. La única duda que dejan las dos finales en el Athletic es si traerán secuelas en el futuro, sea en la creencia en el proyecto de Bielsa o en el mismo técnico argentino. Supuestamente, las diferencias se habían acercado entre Barça y Athletic desde aquella final de Valencia en 2009 en la que los azulgrana, hambrientos y exuberantes, barrieron a un equipo que ahora es mejor futbolísiticamente y más maduro. Ayer no lo pareció.El gran pesar es que a la final le sobró un tiempo. El Athletic, como en Bucarest, empujó y remató. Una vaselina de Ibai, un remate de Aurtenetxe, alguna parada de Pinto. Fuegos de artificio para un partido que tenía campeón. Lo cierto es que el camino del Barça, con Osasuna, Real Madrid y Valencia por el camino, había sido durísimo. Tan duro como una temporada que el Barça empezó volando y que estaba a punto de terminar algo tristón. La Copa no termina de aliviarle, pero le reconoce sus esfuerzos por encima del encanto y la brillantez que le faltó en algún momento del sprint final. Y hace justicia a Guardiola, un entrenador que deja huella. Vendedor del mejor fútbol pero, sobre todo, un coleccionista de títulos. Deja un campeón eterno.

No hay comentarios :

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Compartelo