La Décima nunca estuvo tan cerca del Bernabéu. Ayer por la mañana una Copa de Europa fue paseada por los aledaños de Chamartín e incluso secuestrada por los miembros de seguridad del club, que se la llevaron al interior del estadio. No fue liberada hasta que se confirmó que no era propiedad del Real Madrid. Nadie había robado la Champions. Una falsa e hilarante alarma. Un episodio digno de Luis García Berlanga. Los hechos se desencadenaron en una parada de autobuses cercana al Santiago Bernabéu. Una pareja aguarda la llegada de su autocar con una Copa de Europa en la mano. La estampa levanta sospechas. Tanto que un aficionado blanco, preocupado por si una de las tres últimas Champions había sido usurpada —las seis primeras tienen otro formato—, se acerca al estadio para avisar a los miembros de seguridad del Real Madrid.
No hay comentarios :
Publicar un comentario