El Corazón Classic Match 2013 entre las leyendas deReal Madrid y Juventus tenía el aroma a la Séptima, en el quince aniversario de aquel 1-0 de los blancos aVecchia Signora en Ámsterdam. Y hoy, durante 60 minutos, se mantuvo el mismo resultado. Parecía cosa del destino que este partido solidario entre ídolos de ambos clubes, rivales históricos, trajese a la memoria aquel día en el que el tanto de Mijatovic (ausente hoy al no estar invitado por el Madrid) hizo tocar la estratosfera al madridismo. Pero no, la tesón de la Juve, que no quiere perder ni al Monopoly, llevó a Paolo Montero a marcar el 1-1 y destrozar la cabalística...
El duelo no tuvo saque de honor pero si ovación cerrada a Rafa Nadal por su octavo Roland Garros. YZidane fue el eje del espectáculo, el más ovacionado y un auténtico deleite para la vista a sus casi 41 años. Al igual que Cannavaro, honró las dos camisetas, una en cada parte. El francés jugó 70 minutos con la elástica madridista y 10 con la bianconera. El central italiano jugó la primera mitad como juventino y la segunda madridista.Eso sí, hay cosas que no cambian. Ver jugar a Zizou con su estilo majestuoso casi a cámara lenta es volver una década atrás en la máquina del tiempo, los cambios de banda de 40 metros de Roberto Carlos siguen en su repertorio y Davids continúa siendo un pitbull en el centro del campo, aunque tenga que pararse a veces a tomar aire. Quien tuvo, retuvo.El cartel era sumamente atractivo. El Madrid salió con un once de lujo, con Figo (que hizo el 1-0), Roberto Carlos, Hierro, Redondo, Morientes, Chendo oBuyo. La Juve plantó sus mitos de los noventa y principios de este siglo, como Nedved, Davids, Ferrara, Montero o Ravanelli. Cualquier tiempo pasado fue mejor, y el fútbol no es una excepción. El ímpetu por agradar a los 75.000 aficionados del Bernabéu dejó tres visitantes en la enfermería:Helguera en el bando local (con rorura del tendón de aquiles) y Salihamidzic y Ravanelli por los italianos. Los años, como los malos amigos, no perdonan.El partido, corto de goles como era de esperar con un club italiano delante (para ellos no hay amistosos) tuvo varias jugadas de quilates: Peruzzi sacó una vaselina desde el suelo a Figo y luego Davids probó a Illgner en una jugada parecida, aunque al alemán le tocó volar y su estirada se ayudó en el travesaño para evitar el gol. Pero el momento de la tarde llego en el minuto 68: Zidane puso en pie al Bernabéu cuando le cayó un balón del cielo y todo el mundo ya le veía repetir su inmortal volea de Glasgow, pero esta vez se fue a la grada. Esta vez no fue a la escuadra del Bayer Leverkusen ni a la de Peruzzi, pero hubiera sido el epílogo perfecto.Al final el gol de Iván Pérez (2-1) selló el triunfo para el Madrid, como hicieron los blancos en aquel 20 de mayo de 1998, y también ganó la Cruz Roja Española. Esta entidad recibirá los beneficios de este partido benéfico, que irán destinados a sufragar packs de meriendas para programas sociales con niños de catorce comunidades autónomas españolas.
domingo, 9 de junio de 2013
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