sábado, 24 de marzo de 2012
Ibrahimovic hace magia en San siro
Zlatan Ibrahimovic jugó en la Juventus y en el Inter, pero es la estrella, el ídolo y un Dios para los milanistas. Tras un choque duro, rugoso y peleado, el sueco supo imponerse a su ansiedad y finiquitó a la Roma con dos goles marca de la casa: uno desde los once metros y otro tras pelear un balón en la recta final del choque que acabó por cabecear en una pugna limpia para mantener a los lombardos en lo más alto de la tabla de la Serie A. La primera parte comenzó con un Milán aparentemente seguro en el juego. A la Roma la bola no le duraba nada en su intento de jugar al toque. El plan de Luis Enrique parecía más que desacertado, desconectado, teniendo en cuenta que Totti tenía ante sí un horizonte de más de 30 metros libres para poder hacer llegar la bola a Osvaldo y Borini. De esta manera, con el paso de los minutos, el Milán fue cayendo en un aparente complejo de impotencia del que se notaba que podía alargarse para acabar ahogándole. Influyó, sin duda para la grada, la recaída de Thiago Silva. El brasileño fue cuidado durante la semana y Allegri quiso arriesgar y le puede salir muy caro. A los 10 minutos, el brasileño alzó el brazo y al técnico se le encogió el corazón: Zambrotta fue el elegido para reemplazarle y al central comenzaron a hacerle las pertinentes pruebas para saber si estará en condiciones de medirse al Barça el miércoles en la ida de los cuartos de la Champions League.
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