Después de nueve años sin títulos y tres finales perdidas (Champions 2006, FA Cup 2008 y Copa de La Liga 2001), el Arsenal ganó la FA Cup. Sufrió como siempre y ganó como nunca. Remontó un dos cero en contra y se llevó el partido en la prorroga ante un Hull que empezó efervescente pero se diluyó muy pronto.
El inicio del encuentro fue al contrario de lo esperado. El Hull salió a por la victoria e incluso a por la posesión ante un Arsenal desganado, presa de la presión de saberse favorito pese a llevar nueve años de sequía. Era un flan en la defensa, sin ambición arriba y nulo en un medio de campo con Arteta como único sostén. No había salido al campo y su rival ya había marcado el primero, tras un córner, después de que Chester enganchará un balón perdido por el área chica que ningún futbolista gunner fue capaz de despejar.
El Arsenal no despertó de ese primer mazazo. Todo lo contrario. Al minuto ocho encajó el segundo en otro balón aéreo que acabó mandando a las redes Davies. La defensa gunner fue tan blanda que el central del Hull tuvo dos ocasiones para hacer el gol, mandó un primer cabezazo al palo y en el rechace no falló. Se pensó que aquello pudo ser definitivo, era demasiado incluso para un equipo que lleva casi una década de decepción en decepción. Pero entonces apareció Cazorla para dar vida a su equipo, al partido y quizá hasta a su entrenador, aún con su futuro en el aire, con una falta marca de la casa.
Despertó el Arsenal con el 2-1 y poco a poco asumiendo su rol de favorito, cogiendo el balón, sin grandes alardes, pero metiendo el miedo en el cuerpo a su rival. Justo antes del descanso lo volvió a demostrar en una internada de Giroud que no supo rematar Podolski.
Tras el descanso los londinenses terminaron de quitarse los complejos. Buscaron el empate y pudieron encontrarlo en un más que posible penalti de Davies a Cazorla que el árbitro no vio. Siguió a lo suyo el Arsenal y poco después encontró el premio en otra internada de Giroud que tras tocar Sanogo precedió al córner del segundo gol. Sagna ganó por lo alto a su par y Koscielny superó la salida de Mcgregor para empatar en el minuto 71.
El Hull ya no estaba. Tuvo su momento de gloria y lo desaprovechó. El Arsenal era ya por entonces muy superior y aunque faltaban poco más de 10 minutos tuvo ocasiones suficiente para resolver el partido sin llegar a la prorroga. Gibbs mandó al anfiteatro un gran pase de Sanogo, Cazorla se estrelló con la defensa, Giroud, con el portero y Sanogo, con su mala puntería.
Hubo entonces que jugar un tiempo extra y el Arsenal también volvió a ser ahí mejor. Giroud cabeceó al larguero una gran jugada de Ramsey y McGregor salvó poco después un disparo de galés. El Arsenal dominaba pero no marcaba y tuvo que esperar hasta la segunda mitad del tiempo del descuento para matar el partido. Puro Arsenal , sufriendo, esperando hasta el final, y metiéndose hasta la cocina con una triangulación entre Sanogo y Giroud que acabó remachando Ramsey. No obstante, no acabó todo ahí. El Arsenal pudo marcar más pero, sobre todo, el Hull pudo empatar. Aluko aprovechó un despropósito de la zaga gunner pero tras regatear a Fabianski su disparo desde el lateral se paseó por el área chica llorando sin encontrar la portería. El Arsenal lo celebró como un gol. Ahí acabó su maldición. Tras nueve años de sequía volvió a ser campeón.
sábado, 17 de mayo de 2014
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