La imagen de David Villa en el banquillo en su adiós de la Selección resultó realmente simbólica. Casi entre lágrimas, el asturiano no podía dar crédito cuando, en el minuto 57, fue sustituido por Mata. Villa se sorprendió y gesticuló cuando vio su dorsal. Se resistió. Abandonó el terreno de juego a regañadientes y los jugadores del banquillo, que se percataron de la situación, salieron a felicitarle por su partido.
Villa, en el banquillo, estuvo unos minutos con la cabeza baja aunque luego ya siguió las evoluciones del partido sin problema desde el banquillo. Era su último partido en la Selección, de la que se despide con 59 goles y 97 internacionalidades.
lunes, 23 de junio de 2014
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