El técnico de Santpedor volvió al 3-4-3 dejando a Piqué en el banquillo. Puyol volvió a tomar los galones en la zaga y Mascherano se movió por la zona del pivote desde el inicio. Ni el capitán, ni el 'Jefecito' pasaron apuros para dejar su portería a cero. Con el ofensivo esquema culé era cuestión de tiempo que los jugones superaran la muralla bielorrusa. A los jugadores de Goncharenko les llegaba el peligro por todos los lados y finalmente, fue uno de ellos quien terminó marcando en su propia portería. Alves y Abidal sorprendieron continuamente junto a las bandas, Thiago y Xavi dieron velocidad al balón en la frontal del área rival y el tridente formado por Messi, Pedro y Villa crearon los huecos entre la poblada defensa del BATE Borisov. El resultado de todos estos argumentos terminó con un guion previsible. Volodko remató en su propia portería un perfecto centro de Alves desde la derecha ante la presión de Messi. La Pulga tenía ganas de superar los números de Kubala pero tuvo que esperar unos minutos para ponerse a la altura de un mito del barcelonismo. Antes de que la estrella argentina comenzara su doblete, Pedro aprovechó el desconcierto de la defensa local como consecuencia del primer tanto y superó a Gutor con un cabezazo dentro del área. El canario estuvo rápido para superar a su marcador y mandó al fondo de la red un centro de Villa. En plena goleada, el Barcelona apenas tuvo oposición y además, se encontró con la ayuda del meta rival para que Messi se acercara todavía más a la leyenda que será cuando, esperemos que dentro de muchos años, abandone el fútbol. De esta forma, se le escapó a Gutor un sencillo balón y La Pulga, siempre atenta, cabeceó el esférico al fondo de la red poco antes del descanso.
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