Apoyado en esa intervención por el jeque propietario del club, Nasser al-Khelaïfi, el sustituto del italiano Carlo Ancelotti dijo ser consciente de que todos los vestuarios de los grandes equipos son difíciles de controlar, pero que está preparado para imponer sus normas. "Gestionar a grandes jugadores no es fácil. Los resultados harán que sea fácil o difícil. Me toca a mí instaurar ciertas reglas, aplicarlas, ser firme, y sobre todo, intentar unir a todo el mundo en un proyecto de juego que nos permita ser mejores que el año pasado", indicó el entrenador francés. Blanc, cuyo fichaje fue anunciado oficialmente el pasado martes, fue igualmente sincero a la hora de reconocer que como entrenador del PSG espera "mucha presión" por las constantes expectativas de victoria, pero aseguró que esa dificultad es "precisamente" lo que le interesa. "Estamos en un gran club. Es normal que los dirigentes sean exigentes con su entrenador, esa esla ley de los grandes clubes. Te dan los medios para hacer un buen equipo, y a cambio, lógicamente, te piden que hagas una buena temporada", indicó el exseleccionador galo, de 47 años. No pareció importarle, además, que su nombre no fuera el primero en el que pensaron los propietarios del PSG a la hora de reemplazar al italiano. "Sabía que me se me iba a preguntar, y he preparado la respuesta. (...) El fútbol está evolucionando. Hay un mercado de jugadores, y cada vez más, uno de entrenadores. El hecho de no ser el primero de la lista no es grave. He tenido mi carrera como jugador, y a menudo no he sido el primero, lo más importante es ser llamado, y cuando es el caso, hay que pensar en el futuro". Blanc admitió que todavía no se le han detallado los objetivos precisos que se esperan de él, pero avanzó que no es difícil adivinar que se prevé "hacerlo mejor que en la pasada temporada, en término de títulos y de puntos, y espero también que en lo relativo al juego".
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