El equipo de Rafa Benítez venció a un Milan que sigue sin tener una idea clara de juego. El equipo que se medirá al Atlético en los octavos de la Champions se vio superado por el Nápoles, que tras la dolorosa derrota con el Atalanta en la pasada jornada (3-0), unida a la de Copa con el Roma (3-2), necesitaba una victoria que le diera una bocanada de aire.
El partido comenzó con un ritmo trepidante. Los primeros minutos dejaron un sinfín de llegadas y el primero en aprovecharlo fue el Milan. Taarabt sólo necesitó ocho minutos para marcar en su debut. El internacional marroquí, tras una buena conducción en la que no encontró oponente, ajustó al palo izquierdo de la meta de Reina. El jugador dedicó el gol a su entrenador, con el que se fundió en un caluroso abrazo.
La respuesta del Nápoles no se hizo esperar y tan sólo tres minutos después, Inler se sacó un zapatazo desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Abbiati. 1-1 y el partido volvía a empezar de nuevo.
Higuaín fue sin duda el mejor del partido. El ‘Pipa’ mostró mucha movilidad durante todo el encuentro y se ofreció en ambas bandas para combinar con Mertens e Insigne. Balotelli no quiso ser menos y puso en aprietos a Reina con un disparo desde fuera del área, que el meta español tuvo que despejar con dificultad.
Higuaín estaba con ganas y cualquiera que estuviera viendo el encuentro apostaría a que el argentino iba a marcar. En el 27 marcó, sí, pero en fuera de juego bien anulado por el árbitro. Se veía que el Nápoles quería más y comenzó a sentirse superior al Milan, cuyo único recurso era el de bombear balones a Balotelli. En esas llegó el descanso.
En la reanudación Seedorf entendió que necesitaba un cambio de cara y dio entrada a Kaká en sustitución de un Robinho muy deslucido, que estuvo de paseo durante 45 minutos en San Paolo. Higuaín encontró en 56 la recompensa a tanto esfuerzo. El argentino puso por delante a su equipo con un tanto de cabeza, tras un pase teledirigido de Inler
Con el resultado en contra, el Milan comenzó a atacar con algo más de cabeza. Eso sí, con un ritmo pausado y plomizo. En el 63 Essien tuvo en sus botas la igualada, tras fuerte disparo desde fuera del área, que se envenenó al botar justo delante de Reina. El meta español, segundo mejor del partido tras Higuaín, despejó como pudo salvando a su equipo. Los visitantes comenzaron a creérselo y minutos después Balotelli gozó de otra ocasión para marcar, pero Reina, una vez más inconmensurable impidió el empate.
En el 73 Seedorf decidió sustituir a Balotelli para dar entrada a Pazzini ante el asombro de todos. Con el Milan volcado buscando el empate llegó la puntilla del Nápoles. Los visitantes estaban dejando muchos espacios en defensa e Higuaín, tras una buena combinación con Callejón, ajustició al Milan.
La derrota le deja muy tocado al Milan, que podría terminar la jornada a nueve puntos los puestos de Europa League si el Hellas Verona venciera a la Juventus. El Nápoles por su parte toma impulso y continúa en la tercera plaza.
sábado, 8 de febrero de 2014
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